El Síndrome de Down es una alteración genética que se produce en el mismo momento de la concepción, cuando se une el óvulo con el espermatozoide. Cualquier persona puede tener un niño con este síndrome, sin importar su raza, credo o condición social.
Los niños, los jóvenes y los adultos con síndrome de Down pueden tener algunos problemas similares entre ellos y, sin embargo, cada uno es un individuo con personalidad y características distintas y únicas. Cada uno tiene el derecho a participar en la sociedad con toda la plenitud de que es capaz. Cada uno tiene el derecho a gozar de una plena salud, tanto en su vertiente física como psico-emocional, y por tanto el derecho a recibir los tratamientos médicos y las intervenciones psico-educativas que sus necesidades demanden.
En el Centro de Día de ADERID (Asociación para el Desarrollo, Rehabilitación e Integración de Personas con Discapacidad), hay un grupo terapéutico de jóvenes con Síndrome de Down, con los cuales trabajamos diariamente para lograr una mayor autonomía, independencia e inclusión social. Es imprescindible y un pilar importante para nuestra labor diaria tener en cuenta las individualidades de cada uno de los concurrentes, así como también sus tiempos, sus emociones y sus intereses.
…Para lograr una mayor autonomía e independencia, los jóvenes ponen la mesa y preparan el desayuno, lavan las tazas, buscan los utensilios para llevar a cabo las actividades de cocina y pintura. Además seleccionan y programan la música que escuchan durante la jornada.
…Para lograr la inclusión social, realizamos salidas a la comunidad como ir a desayunar, ir al supermercado, salir a comprar ropa y accesorios, participar en actividades con otras instituciones y vender las producciones (huevos de pascua, tallarines, bandejas de desayuno, budines). Con las ganancias de las mismas se compran materiales y elementos de interés para los jóvenes.
Todas las actividades impulsadas desde el grupo persiguen objetivos comunes a los de cada una de las familias de los jóvenes a fin de realizar un trabajo mancomunado y de integración.
Más allá de lo que les brindamos en ADERID, lo valioso y lo importante a destacar es lo que ellos trasmiten y generan día a día; la espontaneidad, la simpleza, la alegría y el amor en las pequeñas cosas.
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